Honduras, tierra de una riqueza invaluable, hoy, ante ustedes me presento como una valiosa joya de la arquitectura maya. Soy el principal centro religioso de Copán del siglo sexto después de Cristo. Mis ancestros me llamaban “Templo de los Jaguares”.
In antal Rosalila.
(Yo soy Rosalila)
Inspirándose en la riqueza cultural y arquitectónica de la civilización maya, se confeccionó este traje en finas telas, matizado con tonalidades que aun perpetúan en el templo; como ser el tono rosáceo de su piedra y los colores blanco, verde y amarillo de sus adornos, entre otros.
En el penacho y la parte frontal del vestido se observan extractos de los adornos arquitectónicos del templo, la capa en su parte frontal simula la piel del jaguar, animal reverenciado por nuestros ancestros; destacando, que el templo fue construido bajo el señorío del gran gobernador Luna Jaguar, con la finalidad de oficiar ceremonias, entre ellas, el culto y sacrificios en salutación al supremo y primer gobernante maya de Copán, Kinich Yax Ku’k Mo.
El traje esta coronado con un exquisito plumaje enalteciendo la rica fauna de este territorio virgen. En la parte trasera de la capa, se creó un lienzo en el que se observa un ritual de sacrificio en honor a Yax Ku’k Mo que se observa en lo alto del cielo en un hermoso atardecer, inmolando la sangre de un jaguar a los Dioses con la finalidad de que consagraran la tierra con su divina protección.